Desde el pabellón esquizotrónico

Sentado en la cama de paja y algodón,en el pabellón esquizotrónico,los neuropsicópatas intentan abrir mi cráneo para explorar hondamente mi cerebro y buscar el orígen de mi locura,sabe el universo de dónde proviene esa demencia mía,para así curarme y soltarme en el bosque de cemento para que yo haga mis necesidades y sea un modelo para el resto de individuos .

-Las calles ya no son como en aquellos días donde podía correr libremente por los páramos secos del olvido,corría sin parar,no había fronteras ni parapetos como ahora sí los ahy.Las fronteras de la demencia no existían en esos tiempos y espacios,me contentaba con esbozar una sonrisa en el empíreo y abrazar la arena ardiente de mis inviernos invernales;sentía un ardor tremendo cuando abrazaba mis arenas invernales,era una emoción muy grande que hasta hoy no puedo descifrarla;sin embargo aún tengo ese ardor de felicidad tremenda pegada en mis paredes ilusorios.

Cuando paseo por estas calles enmohecidas por la infinitud de la estupidez humana solo intento no tropezar con los filisteos que se contentan con un mero soplido regalado por los avasalladores de la cordura,esos gobernantes que rigen las verdades impuestas por ellos mismos.Trato.Trato de no revolcarme con sus ideologías ortodoxas y perecederas,que para mí ya no sirven para nada;tal vez en algún momento de mi vida-sin vida-me abracé a ellas,pero ahora ya no.Ya no más arraigos ni abrazos fortísimos...Me alejo de estas ciudades y de sus constelaciones que hablan de los hablares que hablan del hablar y de los hechos y sucesos que ya nunca he de participar más.No obstante,trato de seguir caminando por estos furtivos senderos que,por cierto,no sé su final.Quizá llegue al abismo del acantilado y caiga al final del mundo y me trague los mares de agosto y sus monstruosos monstruos me devoren y digieran en un dos por tres y boten mis entrañas a la cima de la ciudad incierta.Pero no,yo sigo acá,caminando en estas calles ideológicas,ambiguas e inconexas. ¿A dónde he de llegar ? Yo no lo sé y si llego a saberlo espero no saberlo.

En el trayecto de mis pasos recojo sonrisas infaustas que se esconden debajo de la ciudad y que trasnmiten ilusiones sombrías y marchitas,sonrisas incautas juegan en medio del abismo matutino del nuevo amanecer sin soles veraniegos y calurosos,acá,en las afueras de la ciudad parece que siento mayor beneplácito que en la ciudad enmohecida por sus conciudadanos.Sin embargo,sé que este no es mi clima y opto por la retirada .-

Me encuentro de nuevo en el salón del pabellón cuarto menguante ,sentado al costado de la psicotrónica neuropsicópata, estoy yo,ella y yo, delirando por el coctel de pastillas que me dieron hacíia no mucho tiempo atrás.

Recordando que fui libre por unos instante eternos e imperecederos,pues parece que ya me acostumbré a esta misma rutina,el de seguir postrado en la cama del pabellón esquizotrónico.