sábado, junio 30, 2007

Vale la pena charlar

* Vale la pena charlar.

Adivinen cuántas estrellas hay en nuestro infinito universo y yo les diré que han desperdiciado infinitos minutos de alegría, de poder abrazar a una perra que transita por la calle, de jugar con los personajes de su imaginación, o, tal vez, hablar con un amigo o amiga en un bar o cualquier otro lugar exento de absurdez, de tanta puerilidad de pensamiento, de reírse de sí mismos….o de caminar simplemente. No dar explicaciones a nadie sobre su existencia. Eso, de saber el problema del ser humano, déjenlo para los estudiosos conspicuos del SER. (La verdad yace detrás de la palabra). No traten de saber qué existe al norte del polo norte, porque bien saben que ello es ridículo. Caminen, caminen con su sombra y deambulen… No llamen a Dios para que les diga una falacia ni tampoco culpen a este de su nefasta vida. Pues, la vida existente del tal ente es imaginaria como los números imaginarios. Miren, mejor, el cielo y esa belleza creada por la materia hacía millones de millones de años y no solo hace un par de millones de años. No busquen detrás de su sombra verdades absolutas que estas se encuentran bien puestas en las cosas existentes. Compartan medio tiempo, siquiera, de su vida…Por ello se crearon los parques para conversar y alegrarnos de nuestra vida por más ínfima o grandiosa que sea. Es cierto, no estamos solos en este universo oscuro y totalmente inextricable como las leyes de la naturaleza. También se encuentran los otros seres de nuestra propia especie. Tantas cosas para hablar, tantas cosas por compartir. Un abrazo, una sonrisa a una niña que juega con sus amigos inamovibles…Necesitamos, pues, ser significantes en este mundillo y no rufianes de películas o un monstruoso personaje de una película gore.

Adivinen de qué cosas se puede hablar y yo les diré que vale la pena el charlar.