domingo, enero 28, 2007

Somos la creación de un recuerdo olvidado

Somos la creación de un recuerdo olvidado
Y olvidados por el recuerdo que nunca ha de olvidar.

¿Recuerdas aquel recuerdo que recordamos?

Existimos porque necesitamos existir:
hay que existir en el espacio-tiempo.
O sino seremos un recuerdo inexistente;
fuera del universo de pensamientos traslúcidos
y congruentes.

Existimos por el escupitajo de una llama
de un perro,
de una harapienta olvidada;
del lápiz de un vesánica.

Pertenecemos a ese recuerdo que nunca dejará de existir
Por el contrario,
perteneceremos a los recuerdos que nunca han de recordar.
Si no dejamos de pensar, entonces dejaremos de existir
ni siquiera en el espacio-tiempo de la dimensión que nunca existió.
Seremos pues, una roca que perdurará para siempre
en ese continente enmohecido de ideologías incongruentes, insondables
y espurias letanías.

¿Somos la creación de un recuerdo que nunca recordamos?
O
¿El recuerdo que dejamos de recordar en un tiempo determinado?

Pero aún así,
seguiremos existiendo debajo de cada rincón de nuestros pensamientos
hasta en la profundidad del mar ,hasta en el infinito del espacio
del universo inextricable;
en cada rincón de los presos del hospicio mental.
Allí, nunca dejaremos de perecer (o existir)

Porque existimos y hemos sido creados por el recuerdo
de aquellas personas que se masturban noche y día ,
que esbozan en el empíreo el nuevo recuerdo existente.
De ese recuerdo dibujado somos nosotros.

Somos la creación de un recuerdo olvidado.

lunes, enero 08, 2007

La vida es una tragicomedia

La vida no es un frenesí; la vida es una tragicomedia.

¿Dime, que es la vida?

La vida es ver, a través de tu alcoba, cómo revolotean las moscas en el basural; cómo danzan al ritmo del viento matutino invernal.

¿Dime, que es la vida?

La vida es sentarte en una piedra enmohecida y maloliente, y reposar placidamente con los parias de la noche sin noche y examinar cada rincón de tu existente pensamiento. ¿Indagar si los locos siguen locos? ¿Saber si estás loca? O cerciorarte de que, aquellos que te llamaban loca, en verdad, estás dentro de tus cabales. Que, en realidad, no eres ninguna loca.

¿Dime, que es la vida?

La vida es pernoctar, siquiera una noche o mil lunas estelares, en una cáscara de nuez. En ese continente donde solo los "normales" nunca han de entender nuestra simetría de nuestro infinito universo (cerebro).

¿Qué es la vida para ti?

¿Salir a pasear de noche a pesar de que en esta ciudad sus calles son lóbregas y no muy acogedoras, llena de goliardos y energúmenos que, por las mañanas son seres de personalidad sociable, que solo desean la lascivia y no el verdadero placer?

La vida es prender la televisión y sintonizar un programa pseudo cultural o educador para “aprender”, o peor aún, poner el canal de las guerras que atormentan a todo el mundo y deja en el pensar humano una zozobra tremenda y desesperanzadora. Con nuestro control remoto en mano y un par de canchitas vemos, como si estuviésemos en el cine, las imágenes que pasan la CNN o cualquier otro noticiero local o del cable. Lo vemos y nos preguntamos- casi la gran mayoría- : Mira, papi. Él tiene que morir, pues asesinó a miles de personas. No tiene derecho absoluto de vivir ni siquiera erigir un monumento en su nombre. Nada. Solo merece el escupitajo de sus pobladores. Y miramos atentamente, nos abstraemos de todo, de la realidad, y fijamos nuestra inquisidora mirada hacia esa luz que dio origen a la estupidez humana.

Si esa es la vida, entonces por que he de seguir existiendo.

Para ti, qué es la vida.

¿Sonreírle a cada sujeta o individuo que pasa por la calle y preguntarle si ya es el fin del mundo, que las agujas de tu reloj no marcan la hora exacta y es por ello que inquieres si ya se acabó el fin del mundo; cuentas a los transeúntes que tu vives de noche, y no porque eres vampira o gótica, sino porque a esa hora te sueltan de tu casa-hogar y buscas la palabra que dio origen al principio de tu existencia? Esa palabra que, cada vez que la encuentras debajo de cada muro de tus pensamientos oníricos se escapan como un conjunto de recuerdos por el drenaje de tu sin-razón.

Pero no, para ti la vida es otra.

No es recorrer las calles con maletas y vestir estrambóticamente, de negro o maquillada. No. Simplemente es caminar y caminar…

La vida es- para ti- sentarte en el paradero y esperar, entre la multitud de nalgatorios y voces escandalosas, el siguiente bus que te lleve a tu destino; que, dicho sea de paso, nosotros hacemos nuestro propio destino.

Y por ello te digo : La vida no es un frenesí; la vida es una tragicomedia.